San Antonio Al Horno
San Pedro quiso reconciliarse con los ciclistas que una semana atrás se quedaron con las ganas de salir a pedalear por la Sabana bogotana por la intensa lluvia que no cesó sino hasta bien avanzada la mañana, por eso el pasado domingo 13 de septiembre el astro rey asomó desde muy temprano para calentar y alentar a la vez, a los innumerables pedalistas que inundaban las diferentes salidas de la capital colombiana.
El colectivo de Bogotá Sobre Ruedas se vio fortalecido gracias a este excelente clima con 27 camaradas dispuestos a hacer su mejor desempeño en la disputa de la Etapa 5 del Clásico Finalización 2015. De éstos, tres estrenos se unían a la caravana: Manuel Pérez, René Triana y Oscar Puentes; todos amigos recomendados de otros compañeros de la facultad y fieles seguidores y practicantes de nuestro deporte estrella. A las siete y treinta en punto el sonido de las zapatillas enganchándose en los pedales, anunciaba el inicio de esta corta pero dura jornada montañosa que partía desde la población de Mosquera con rumbo a San Antonio del Tequendama.
El primer obstáculo a superar iniciaba a tan solo cuatro kilómetros, por lo que se aprovechó para recalentar las piernas que se habían enfriado un poco en el sitio de encuentro. Antes de llegar al punto de fuga, un patrullero de la policía al ver el robustecido grupo que ocupaba prácticamente un carril de la vía, nos instó a viva voz y con un silbato a formar en fila india para no obstaculizar el tráfico que llevaba la misma dirección. El acatamiento a la autoridad duró poco, pues una vez superado el punto en cuestión, la inevitable fuerza de atracción ciclística volvió a recomponer el cardumen y ajustó el rumbo apuntando al supremo y despejado cielo azul.
El premio de montaña de Mondoñedo se lo llevó el tigre más joven, Jhonatan, quien en las dos últimas disputas de este puerto se ha impuesto sobre sus ahora congéneres de jaula (A): Sander, Néstor y Leonardo. En la quinta posición llegó José como primero de la sección tigrillos (B), seguido por David, Javier, Michael, Luigi, Giovanny y Jorge, quien también se estrenaba en esta categoría. Héctor encabezó a los cachorros (C) en la casilla 12 por delante de Ruffo, Carlos y Edgar de los gatos (D). En la posición 16 arribó Darío y detrás de él, Sergio, Sebastián, Idemeyer, Fernando, Oscar, Gabriel, Manuel, René y Peter.
En el descenso se adhirió Paolo en La Ye y posteriormente Rubén alcanzó a algunos rezagados que habían parado a atender un pinchazo de Jhonatan, aprovechando la ocasión para disfrutar del hermoso paisaje que ofrecía la naturaleza con los nevados como telón de fondo. La otra mitad del grupo hacia lo propio unos metros más abajo y luego se adelantaron a bajar a San Antonio del Tequendama y así acelerar el refrigerio comunitario. Minutos más tarde, el grueso del lote, con excepción de Peter y Héctor que se quedaron en el 27, estaban prestos a dar inicio al premio gordo del día: 22 kilómetros de incansable ascenso hasta llegar de nuevo a la Ye.
En una esquina del parque principal del pueblo y bajo un sol que no daba tregua, los de la categoría D arrancaron con el firme propósito de llegar arriba montados en sus bicicletas: Gabriel, Edgar, Manuel, René, Fernando, Paolo y Sergio; se encargaron de abrir la escalada, cuyas primeras duras rampas no presagiaban un puerto fácil. De éstos, Gabriel fue el que tomó la delantera y muy pronto logró sacar una ventaja de sus colegas. El resto la tomó suave, más sin embargo al llegar a la sección de adoquines la bicicleta de Paolo no quería entrar en razón con el piñón que exigía el jinete y después de varios tira y afloje, al fantasma no le quedó más remedio que bajarse y apersonarse de la avería, mientras veía como sus compañeros lo dejaban relegado.
Cinco minutos más tarde partieron los de la C: Darío, Carlos, Idemeyer y Oscar; seguidos por los tigrillos de la B: Jorge, José, Ruffo, Javier, Luigi, David, Giovanny, Rubén, Tatán y Michael. Los tigres de la A cerraron el grupo otros cinco minutos después con Sander, Néstor, Leonardo y Jhonatan.
Luigi y Tatán fueron los primeros felinos en atacar desde la retaguardia. Alcanzaron a Paolo y Fernando a tan solo unos 7 kilómetros de haber arrancado. Los seguían de lejos David, Rubén y Giovanny, y un poco más atrás Jorge, José y Javier. De los tigres, Sander fue el encargado de prender primero los motores seguido por Leonardo, Jhonatan y Néstor.
La cacería se fue dando a lo largo de todo el largo ascenso: Gabriel fue sobrepasado por sus colegas de la D y quedó cerrando el grupo en compañía de René que también fundió el motor. Manuel se quedó también sin gasolina un poco en el sector de la Placita y tuvo que poner a tierra. A ellos tres les tocó empezar a sumar puntos en la “Combinada”, teniendo que terminar su travesía a bordo del carro escoba o “bus” que llaman. Fernando se vio afectado por un pinchazo antes de llegar al Curubital y fue alcanzado por Paolo y Michael, pero más tarde recuperaría la casilla con el fantasma, quien estaba casi desvanecido a la orilla de la carretera.
Luigi y Giovanny también sufrieron los rigores de la montaña, del clima y de la desaceleración, y fueron sorprendidos por Sergio y Edgar, quienes iban con mejores reservas. A Leonardo esta vez le funcionó su estrategia y alcanzó a Sander arriba del Curubital, quedándose a la postre con el puerto y la etapa. Los tigres debutantes no decepcionaron en su nueva catagoría y llegaron tercero Jhonatan y cuarto Néstor. David se quedó con el top de la B en la quinta posición seguido por Tatán, José, Jorge, Carlos, Idemeyer, Ruffo, Rubén, Edgar, Sergio, Luigi, Dario, Giovanny, Michael, Fernando y Paolo. El último en llegar sobre su flaca a la cima fue Oscar, por fuera del tiempo, pero alegando a su favor sus servicios como paramédico a Manuel.
Es todo compañeros, nos vemos la próxima.
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