CRÓNICA DE CACHIPAY

Día del Padre por Cachipay
En medio del intermitente invierno que asola la Sabana de Bogotá, una mañana esplendorosa nos recibió el pasado 21 de Junio para cumplir con la Etapa 14 del Clásico BSR Apertura con destino al municipio de Cachipay. En pleno Día del Padre y con partido de la Selección Colombia en la Copa América en la tarde; no había tiempo que perder, por lo que el velocímetro fue puesto por Javier en 30 km/h desde el comienzo. Los 14 asistentes del día llegamos sin inconvenientes a Cartagenita y nos introducimos en la montaña a buscar el primer puerto del día, uno de cuarta categoría, para ir acostumbrando las piernas a lo que se venía. David fue el primero en arribar seguido por Leonardo y Javier. Tras ellos Jhonatan, José y Sander que había salido un poco retrasado, imaginamos que tal vez cuadrando la guaya del acelerador de la moto. En la casilla 7 llegó Luigi escoltado por Michael, Miguel Angel, Ruffo, Arley, Fernando, Carlitos y Gabriel.

Nos descolgamos hasta Zipacón a medida que íbamos coronando para reagruparnos de nuevo en el parque principal. En este punto Arley declinó la invitación al postre de 21 km de ascenso de regreso y prefirió, dado su estado físico, plantar sus cartas y dar media vuelta. El resto del grupo en número de la suerte (o del verso, como prefieran), seguimos bajando hasta altitudes más benignas hasta desembarcar por completo en Cachipay a 1550 metros sobre el nivel del mar. Un par de pinchazos de Luigi en la entrada del pueblo fueron solucionados rápidamente por el cuerpo técnico-mecánico de BSR, mientras otros daban buena cuenta de un refrigerio reparador. A las 9:30 de la mañana estábamos listos para dar la largada.


Los primeros en salir: Gabriel, Carlitos y yo; tendríamos una ventaja de 6 minutos sobre cada categoría de cazadores que nos acecharían sin piedad. El trío inicialista se desarmó casi de inmediato. Carlitos, otra vez en forma, tomó ventaja y no lo volví a ver, mientras que este pecho hacía lo mismo con Gabriel, quedando cada uno luchando en solitario. Hoy tenía que saldar una deuda pendiente con este puerto, que me había hecho pasar las duras y las maduras la última vez a finales del año pasado; me sentía mejor físicamente a pesar del receso de los dos puentes festivos pasados sin salidas oficiales del BSR, pero la actitud mental cobraba más importancia en estos ajustes de cuentas. Luego de superar los primeros duros kilómetros a la salida del pueblo y las rampas que siguen arriba del desvío hacia Anolaima; fui alcanzado por los primeros compañeros justo antes del tramo de carretera destapada. Ruffo y Miguel Angel, pegados cual siameses, se batían en el ya conocido duelo de la C, el uno sin soltar al otro.


Seis minutos después de éstos últimos partieron los tigrillos de la B David, Luigi y los hermanos Jhonatan y Michael picaron en punta y tomaron una ventaja considerable a José y Javier; sin embargo estos felinos tenían medidas a sus presas y solo esperaban la caída de su apresurado paso. Efectivamente el primero en fundirse fue Luigi unos kilómetros más arriba mientras que David seguía apretando el acelerador y dejaba a los hermanos rezagados, alcanzándome mucho antes de pasar el puente del ferrocarril con una buena renta de tiempo sobre sus congéneres. Los tigres de la A hicieron lo propio con sus hermanos menores, siendo Leonardo el que tomó ventaja desde casi el inicio a un Sander que prefirió arrancar más suave y moderar el paso.


A mitad del puerto, una congregación de cazadores y presas se daban cita en la carretera; José y Javier daban alcance a Jhonatan y Michael, éstos a su vez eran tomados por Leonardo, quien a su turno era absorbido por Sander. Todos ellos, encaravanados, me sobrepasaron y siguieron de largo en feroz combate. Javier trató de tomar la rueda de Sander y José a su vez la de Javier con Leonardo pegado a la suya. El primero no tuvo reparos en dejar a su suerte a los tres compañeros felinos y de él no se volvió a tener noticia en lo que faltaba del ascenso. El trío restante dio alcance a David antes de coronar el primer alto y descolgarse hacia Zipacón donde el recién cazado tuvo la mala fortuna de dejar caer su caramañola y perder la rueda de sus cazadores.


Los tres tristes tigrillos siguieron su ruta libertadora cobrando la cabeza de Miguel Angel un poco más adelante. El ritmo había sido parejo y nadie quería aflojar un ápice, pero José haciendo acopio de sus reservas apretó el paso en las últimas furiosas curvas que anteceden un pequeño repecho y pudo soltarse de tigrillo y tigre a la vez; divisando a lo lejos a su siguiente presa, Carlitos, que cual ratón llegando a su cueva hizo lo imposible por no dejarse alcanzar, llegando con tan solo 20 metros de ventaja sobre su voraz perseguidor. Javier por su parte también pudo sacudirse en los últimos metros de Leonardo, quien hoy no se encontraba en sus mejores días y no pudo responder en los momentos decisivos. Luigi tuvo un ascenso difícil y me dio alcance faltando unos 4 kilómetros para el primer alto, luego pasaría a los hermanos Salcedo quienes habían medido mal sus fuerzas y trataban de recuperarse, lo que efectivamente sucedió más tarde con un contraataque en que volvieron a ganarle la posición. Jhonatan, que se encontraba en mejor estado, todavía tuvo energía para dar cacería a Miguel Angel y David en lo que restaba del ascenso.

Yo por mi parte seguí desquitándome de las malas jugadas de la temporada anterior y pude finalizar el puerto montado sobre la bici y con unos 5 minutos de ventaja sobre Gabriel, que cerró el lote de escarabajos de Bogotá Sobre Ruedas en este Premio de Montaña de Primera Categoría.


El reinicio de la etapa se hizo tan pronto como el último en llegar calmó la sed con un refresco. El grupo bajó a Cartagenita y se enrumbó a Bogotá por la vía a Madrid para luego tomar la variante que nos llevaría hasta la meta. Al llegar al último punto de fuga Miguel Angel y Luigi fueron los primeros en lanzar los ataques y acabar con la armonía del lote. Sander prendió su moto y se fue tras ellos con José haciendo lo posible por tomar su rueda, mientras que el resto de felinos hacía lo mismo con los rebeldes. Nadie pudo seguir el ritmo endiablado de Sander quedando solitario en la punta y siendo a la postre el ganador de la etapa. Los felinos se reagruparon en un lote perseguidor, siendo Carlos y Jhonatan los encargados de dar el siguiente latigazo con miras a empezar a desgranar la mazorca de favoritos, sin embargo la mayoría aguantó el paso, siendo José el que finalmente asestó el hachazo mortal a la llegada de los puentes, trepándose literalmente con toda sus fuerzas a los mismos para luego descolgarse en angustioso embalaje hacia los últimos metros que lo conducirían hacia la meta, perseguido de cerca por Luigi, Jhonatan y Miguel Angel. En la sexta casilla entró Carlitos y tras él Javier, Leonardo, David, Ruffo, Michael, yo y Gabriel.


Eso es todo compañeros, etapa larga, dura y sustanciosa; pero cumplimos con el plan de carrera y llegamos a tiempo para celebrar el Día del Padre y ver el partido de la Copa América. Nos vemos la próxima. Video

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