CRONICA DE MONDOÑEDO - LA VARA

De Mondoñedo y La Vara
El destino de hoy sería el 33, donde se encuentra ubicado un Restaurante La Vara por la vía a La Mesa. Buena asistencia con 24 pedalistas, dos de ellos nuevos integrantes: Heberth Sánchez y su hijo Sebastián; primos de Ruffo, con experiencia en las bielas pero con poco kilometraje reciente. Los metros iniciales de acercamiento se hicieron con relativa calma, el clima invitaba a pedalear pero también a disfrutar del paisaje. Al llegar al primer punto de fuga extrañamente las cosas no cambiaron y logré mantenerme como “pace car” durante unos 800 metros, cuando los felinos fueron tomando posiciones para la combate. El ataque propiamente dicho nunca ocurrió y no hubo latigazos que dispersaran el lote de un solo impacto. Todo sucedió de manera pacífica y calmada y a medida que la cuesta ganaba en distancia y duración, los más débiles fuimos abandonando el expreso que hoy había sido más benévolo sobre los rieles.
El cachorro Jhonatan se cobró su primera victoria sobre los felinos. David y Luigi completaron el podio. Javier dio cuenta de la cuarta plaza seguido por Héctor, Michael, Andrés, Arley, Jorge Eliécer, Julián, Edgar, Yang, Carlos, Néstor, Ruffo, Leonardo, el Tocayo y yo.


Al llegar a la Ye esperaban los refuerzos Yesid y Paolo. Nos lanzamos cuesta abajo en algo más de 22 casi inacabables kilómetros. En Puerto Araujo o 27 que llaman, desembarcaron Jorge Eliécer y Yesid. El resto nos reagrupamos en la contrameta donde desayunamos y recargamos baterías. Antes de partir apareció José con quien completaríamos el quórum del día.
Los primeros en salir fuimos Héctor, El Tocayo, Heberth, Edgar, Yang y yo.  Nos mantuvimos unidos los primeros tres kilómetros hasta que pasó Andrés como una moto, seguido por Giovanny que hoy había decidido salir con los de la C. Héctor se sintió “picado” y fue tomando distancia, emulado por Yang y el Tocayo.  Carlitos nos alcanzo en el repecho que antecede la llegada al 27 y un tiempo después pasaron fueron Ruffo, Sebastián y Néstor. A estas alturas Edgar ya se me había adelantado, dejándome a solas con la montaña, pues Heberth también había claudicado detrás de mí y quedaba a la deriva de sus fuerzas.

Los tigrillos tuvieron que haber arrancado unos diez minutos después de nosotros. En punta se pusieron José y David seguidos muy de cerca por Luigi y por el ojo vigilante de Javier. La jauría empezó rápidamente a recuperar posiciones y antes del Curubital ya habían cobrado todas las fichas de la categoría D. Los hermanos Jhonatan y Michael fueron más cautelosos jugándose una estrategia de menos a más, mientras que Leonardo con paso fuerte hacía su mejor esfuerzo para ponerse a la cabeza del puerto.
En medio de mi andar moderado pero efectivo, solo esperaba la inminente llegada de Arley, Julián y Paolo; los únicos de la C que faltaban por darme alcance, sin embargo en vez de seguir descendiendo en la escala alimenticia, me encontré recuperando la casilla del Tocayo que había pagado caro su prematura escapada y pedaleaba pesadamente sobre su flaca. Al paso por el Curubital también pude alcanzar a Giovanny quien no se veía en buenas condiciones de escalada y que se pegó a rueda tan pronto se percató de mi presencia.
David hizo su tarea juicioso y se quedó con el premio de montaña y la etapa. Jhonatan recuperó el terreno perdido, alcanzándole incluso para llegar a pocos metros detrás de Leonardo que se quedaba con el segundo puesto. Javier también hizo lo suyo y llegó por delante de José, que se vio a gatas para poder quitarle el quinto lugar a Luigi en el repecho final. Ruffo llegó de séptimo por encima de todos los de su categoría por lo que ya se escuchan voces de su posible ascenso para la sección felina. Néstor sigue mejorando y arribó octavo, también está haciendo sus pinitos para el cambio de amigos de grilla. En la novena posición llegó Héctor seguido por Carlitos, Michael y Yang.
Después de alcanzar a Giovanny me fue imposible quitármelo de la espalda. Subimos lo que nos faltaba de ascenso y al llegar al sector de La Cabra donde se suaviza la pendiente, pasó adelante a imponer su ritmo. A medida que avanzábamos fuimos incrementando la velocidad haciendo los cambios respectivos conforme el terreno cambiaba. En el corto descenso que sigue bajamos casi que hombro a hombro pero me tomó una leve ventaja en el último repecho que le alcanzó para llegar por delante mio. Andrés tuvo un percance con la pacha de su bicicleta un kilómetro antes de la meta y fue ayudado amablemente por Edgar; en la rueda de prensa dijo que nos había llamado cuando pasamos con Giovanny pero la verdad sea dicha en pleno duelo todos los sentidos están concentrados solo en un objetivo.  Paolo llegó después de ellos y enseguida lo hicieron Arley, el Tocayo y Heberth. Julián tuvo una jornada para olvidar y tuvo que hacer una parada adicional para recuperar energías.
Eso fue todo compañeros, nos vemos en la próxima.

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